Los estudios clínicos han mostrado resultados prometedores para los inyectores sin aguja, que utilizan tecnología de alta presión para administrar medicamentos a través de la piel sin el uso de una aguja.Estos son algunos ejemplos de resultados clínicos: Administración de insulina: un ensayo controlado aleatorizado publicado en el Journal of Diabetes Science and Technology en 2013 comparó la efectividad y la seguridad de la administración de insulina usando un inyector sin aguja versus una pluma de insulina convencional en pacientes con tipo 2 diabetes.El estudio encontró que el inyector sin aguja era tan efectivo y seguro como la pluma de insulina, sin diferencias significativas en el control glucémico, los eventos adversos o las reacciones en el lugar de la inyección.Además, los pacientes informaron menos dolor y mayor satisfacción con el inyector sin aguja.Vacunas: un estudio publicado en el Journal of Controlled Release en 2016 investigó el uso de un inyector sin aguja para la administración de una vacuna contra la tuberculosis.El estudio encontró que el inyector sin aguja pudo administrar la vacuna de manera efectiva y provocó una fuerte respuesta inmune, lo que sugiere que podría ser una alternativa prometedora a la vacunación tradicional con aguja.
Control del dolor: un estudio clínico publicado en la revista Pain Practice en 2018 evaluó el uso de un inyector sin aguja para la administración de lidocaína, un anestésico local utilizado para el control del dolor.El estudio encontró que el inyector sin aguja podía administrar la lidocaína de manera efectiva, con mucho menos dolor e incomodidad en comparación con una inyección tradicional con aguja.En general, los resultados clínicos sugieren que los inyectores sin aguja son una alternativa segura y eficaz a los métodos tradicionales de administración de fármacos con aguja, con el potencial de mejorar los resultados de los pacientes y reducir el dolor y la incomodidad asociados con las inyecciones.
Hora de publicación: 12-may-2023